Superado el primer paso, retira con mucho cuidado la botella de agua y prepárate para el acto final. Hay dos formas de realizar el truco, elige la que te parezca más teatral. Primera opción: dale un golpe a la botella sobre la mesa y observa con satisfacción cómo el agua que contiene se congela en un instante. Segunda opción: abre cuidadosamente la tapa y derrama el contenido de la botella sobre los cubos de hielo que quedaban en el bol; el agua líquida se congelará al instante, formando una pequeña escultura de hielo.
Intenta este truquillo este Verano y sorprénde a las amistades...